Bicicleta y beneficio cardiovascular

Jun 22, 2007

Imagen de muestraEntrevista publicada en el periódico ABC, el 16 de junio de 2007, al Jefe Clínico de Cardiología del Hospital Virgen de la Vega Macarena (Sevilla).

Bicicleta y beneficio cardiovascular

Víctor López García-Aranda.

Jefe clínico de Cardiología del Hospital Virgen Macarena.

 

Todos los expertos indican que el sedentarismo o falta de actividad física, ronda el 50% de la población española, siendo este dato cercano al de otros países del sur de Europa.

El hábito sedentario está jugando, sin duda, un papel central en el incremento de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares y de otras asociadas tales como la obesidad, diabetes, artrosis, osteoporosis, etc, etc, mientras que por el contrario, el ejercicio físico aeróbico, como el que se puede realizar por cualquier carril bici de Sevilla, pedaleando de forma suave-moderada, reduce significativamente la tensión arterial, como demuestra un amplio análisis de 54 estudios con 2.419 pacientes de varias razas llevado a cabo por el fisiólogo Whelton, mejora el perfil de las grasas de la sangre en ambos sexos, para todos los grupos de edad, con y sin enfermedades cardiovasculares (interesantísimos los trabajos de Kraus publicados en el New England Journal of Medicine), y es beneficioso para los diabéticos disminuyendo la resistencia a la insulina.

El uso de la bicicleta en Sevilla es de lo más adecuado por la orografía de nuestra ciudad, clima, distancias, ahorro de combustible fósil y seguridad vial y deportivamente recomendable por que nos sirve como instrumento para realizar una actividad física saludable, debido a diversos factores como el fácil control de la intensidad, la diversidad de las modalidades que se pueden practicar, la menor repercusión articular y muscular en casos de sobrepeso y la posibilidad de mayores desplazamientos y distancias recorridas.

En la época que se avecina de intenso calor hay que tomar algunas precauciones como las de hidratarse adecuadamente antes de montarse en la bicicleta, ingiriendo agua o bebidas isotónicas cada vez que se tenga sed o por ejemplo 200-250 mililitros cada 30 minutos en los ejercicios duraderos.

La ropa debe ser ligera para que favorezca la pérdida de calor corporal y nunca vendrá mal protección de gafas de sol, que no sean de cristal, y gorra. Si el ejercicio se hace en un día muy caluroso y con elevada humedad y notamos que no sudamos, el cuerpo nos indica que no está evaporando agua y que está por tanto aumentando su temperatura por lo que el ejercicio debe ser suspendido.

Entrando en lo práctico la altura del asiento debe permitir que sentado en él, el pie estirado alcance el pedal, estando éste lo más cercano al suelo, permitiéndonos poner pie a tierra, teniendo en cuenta que es suficiente tocar el suelo de puntillas. Es importante elegir correctamente la talla de la bicicleta según nuestro tamaño y se debe comenzar con una intensidad que nos permita hacer 10-15 minutos sin esfuerzo y según nos vayamos sintiendo con más vigor, podamos aumentar el tiempo de 45 a 60 minutos diarios o alternos o lo que sería ideal, ida y vuelta a nuestro lugar de trabajo si este está situado a escasos kilómetros de nuestro domicilio.

La filosofía del ejercicio en bicicleta consiste en adecuarlo a nuestras necesidades y gustos, de forma que resulte divertido y de acuerdo a la condición física de cada persona, ya que como decía un escritor francés, querer conservar la salud siguiendo un régimen demasiado riguroso, es una enfermedad irritante.

Yo desde hace muchos años, bastante antes de que existiese el carril bici, acudo a mi hospital en bicicleta, cuando el tiempo lo permite y créanme que no hay una sensación más placentera que el frescor de la mañana en el rostro o la ducha del medio día tras el calor y esfuerzo del regreso.

Si le gusta la bicicleta úsela, si no la conoce intente descubrirla y sino camine diariamente, use menos los ascensores, tome el autobús una parada mas lejana de su domicilio o trabajo, en definitiva muévase, vivirá más, tendrá menos problemas de salud, se sentirá mejor, por que como decía Hipócrates no son los remedios, sino la naturaleza la que cura y nada más natural que ejercitar nuestro organismo.

Fuente: abc.es