Los expertos aseguran que bastaría con que los conductores respetasen las normas de circulación y los límites de velocidad para que las bicicletas pudieran convertirse en un medio de transporte más en las ciudades, en lugar de estar considerado únicamente como un elemento de ocio. Bastaría con que las calzadas de las vías públicas contaran con una adecuada señalización que recordara a los conductores que deben compartir el espacio con los ciclistas. Bastaría sólo con que el respeto fuera la norma imperante a la hora de la conducción.
De hecho, los expertos están convencidos de que tan sólo aplicando estas simples premisas, los ciclistas podrían desplazarse por las ciudades con mayor seguridad compartiendo el espacio con el resto de vehículos a motor que circulando por un estrecho carril bici, en el que proliferarían los pasos para peatones y los cruces con otras vías, en ocasiones, mucho más peligrosos que la circulación por calzada normal, similar a las de cualquier calle de Palencia.
Sin embargo, para todo el mundo, incluidos los amantes de la bicicleta, conseguir ese ideal escenario en el que conductores y ciclistas puedan convivir pacíficamente y de forma respetuosa resulta una misión más que imposible, una mera utopía, que se suple con la demanda de la construcción de carriles específicos para bicicletas.
En este contexto, ha nacido en el seno de la Universidad de Valladolid la comisión Campus en Bicicleta, un organismo auspiciado por el Vicerrectorado de La Yutera, que tiene como objetivo la promoción del uso de la bicicleta como medio de transporte, en principio para facilitar el acceso de los estudiantes a las instalaciones universitarias, pero con la aspiración de fondo de contagiar a toda la sociedad palentina la afición por este saludable hábito, que además de reportar mejoras físicas a sus usuarios presenta otras ventajas como el ahorro económico, pero también el energético.
Esta comisión, en la que se integran tanto profesores como alumnos, y que busca, además de promocionar el uso de la bicicleta como medio de transporte, fomentar la práctica del ciclismo como deporte o actividad recreativa, ya ha dado sus primeros pasos con la elaboración de una propuesta de creación de un carril bici que conecte de forma rápida y segura algunas de las principales avenidas de la ciudad con el campus de La Yutera.
Primera propuesta
Esta propuesta, que fue entregada el pasado miércoles al equipo de gobierno municipal del PSOE -fue recibida por los concejales de Obras, Medio Ambiente y Tráfico, Jesús Merino, Yolanda Gómez y José Manuel Ortega, respectivamente- plantea específicamente la creación de este carril para bicicletas en el tramo comprendido entre la antigua Prisión Provincia, a la altura de la calle Labradores, y el aparcamiento del campus de La Yutera.
La comisión universitaria señala que se trata tan sólo de una primera medida, que, a modo de prueba, una vez que se comprueben sus resultados, pueda servir para incentivar la creación de verdaderas redes que conecten todas las zonas de la ciudad, ya que según sostienen los responsables de este organismo surgido en la Universidad los carriles bici que existen en la ciudad (en las márgenes del Carrión y en la subida del Monte el Viejo) no tienen una verdadera utilidad para quienes utilizar la bicicleta como medio de transporte alternativo, puesto que son caminos de tipo recreativo, que ni siquiera están conectados unos con otros.
La comisión demanda un carril bici práctico y seguro, por lo que recalcan en su propuesta que debido a la falta de respeto que habitualmente muestran los conductores hacia los ciclistas no resulta viable ocupar una parte de la calzada de una gran avenida como la de Madrid, ya que, según se indica en la propia propuesta, «los ciclistas mayoritariamente utilizamos las aceras de la avenida de Valladolid ante la imposibilidad de circular por la carretera debido a su alta intensidad de tráfico, alta velocidad y conducción irrespetuosa y temeraria hacia las bicicletas», afirman los miembros de la comisión, quienes se quejan además de que, a pesar del peligro que supone pedalear por la calzada, la Policía Local «emplaza sistemáticamente a los ciclistas a circular por la carretera, en la que también de manera habitual, no se hacen cumplir los límites de velocidad establecidos».
Compartir aceras
Esta primera propuesta planteada por la comisión universitaria defiende la necesidad de que algunas aceras sean compartidas por ciclistas y peatones, circunstancia que no consideran un verdadero problema, porque en algunos puntos como los carriles bicis de las riberas urbanas se ha logrado un adecuado entendimiento entre viandantes y bicicletas.
La comisión señala además que con una mínima inversión consistente en el pintado de los carriles bici y el rebaje de bordillos y la colocación de una adecuada señalización pueden solventarse los problemas. Este carril bici discurriría por las aceras de las avenidas de Valladolid y Madrid, desde la calle Labrador hasta la calle Ramón Carande, desde donde continuaría por la calzada hasta el Camino de la Torrecilla, para desembocar en el aparcamiento del campus. Sólo sería preciso una verdadera actuación urbanística en la parte final, ya que una parte del Camino de la Torrecilla se encuentra sin asfaltar.
Esta actuación también permitiría conectar con el carril bici que discurre paralelo al río Carrión y que ahora queda cortado a la altura del campus, con lo que comenzará a trazarse una verdadera red de vías para bicicletas, otro de los objetivos de la comisión universitaria, que entre sus quejas incluye la deficiente iluminación y la falta de vigilancia de los carriles recreativos de las riberas fluviales, lo que impide su utilización en muchos momentos del día.
Por el momento, el Ayuntamiento no ha dado una respuesta a la propuesta de la Universidad, aunque ha sido recibida con agrado por parte de los concejales del equipo de gobierno socialista, que se han comprometido a recorrer junto a los integrantes de la comisión el trazado que se plantea como carril bici, para ver 'in situ' las posibilidades de actuación.