Bici y metro, ocio inteligente en Valencia

Abr 28, 2008

Imagen de muestraQuien se aburre es porque quiere. Metrovalencia y el colectivo Valencia en Bici han ideado 18 rutas para recorrerlas a pie o en bicicleta en las que el inicio y el final del recorrido siempre garantiza una vuelta a casa sin atascos ni malos humos: una estación de metro o de tranvía.

Combinar transporte público y bicicleta es una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
 
Si no sabe cómo entretener a sus hijos durante los largos fines de semana o cómo desafiar la rutina en sus ratos de ocio, la web www.metrovalencia.com ofrece un sugestivo bálsamo. Sólo se necesita una bicicleta o unas buenas piernas, tiempo, ganas de aventura y de pasarlo bien. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y el colectivo Valencia en Bici han diseñado 18 rutas que recorren sendas, caminos y poblaciones de tres comarcas: l´Horta, la Ribera, el Camp de Túria y hasta un pedazo del Camp de Morvedre. Todos los trayectos tienen como origen y destino una estación de metro y tranvía, por lo que la vuelta a casa sin atascos ni humos contaminantes está garantizada. Es una apuesta por el ocio inteligente y sostenible que se ha visto potenciada por el cambio de mentalidad en FGV respecto a la bicicleta. De unas condiciones más restrictivas se ha evolucionado a una nueva normativa que potencia la combinación bici+metro.

La primera condición, y la más sugerente, es que las bicicletas viajan gratis. «Cualquier viajero que vaya provisto de su billete, debidamente cancelado, tiene derecho a transportar una bicicleta sin recargo alguno en el precio», recuerda la gerente de FGV, Marisa Gracia. Los días laborales sólo se permite el acceso de los vehículos a dos ruedas en los trayectos con origen y destino en las estaciones de los tramos en superficie. Los sábados se puede acceder con las bicis a todas las estaciones (incluidas las subterráneas) hasta las 14 horas (la salida puede ser a cualquier hora). Y los domingos y festivos es el día de la barra libre para la bici: «se permite el transporte de bicicletas durante todas las horas del día y en todos los tramos de las líneas de FGV», apunta la gerente. Y una última instrucción: colocar un máximo de dos bicis por plataforma y que viajen controladas en todo momento por su dueño. La posición más cómoda es apoyarla en la puerta del tren que no se ha de abrir y por la que no entrarán ni saldrán viajeros durante el trayecto. Y sujetarla en todo momento para que los movimientos del tren no provoquen caídas incómodas. Una vez en la estación de destino sólo hay que dejar llevarse por el espíritu aventurero para recorrer la Llíria Ibérica (ruta 16), acompañar el curso del agua de la Acequia de Moncada (ruta 15) o descubrir el Parque Natural del Turia (ruta 18).

Los itinerarios, como explican desde el colectivo Valencia en Bici, «no son fruto del azar sino que tienen como punto de partida y finalización poblaciones con estación de metro en servicio; acercan al visitante a los parajes de mayor interés natural, paisajístico y cultural de las líneas de Metrovalencia» y, sobre todo, «utilizan caminos agrícolas, pistas forestales y carreteras locales de menor tráfico para que el cicloturista pueda disfrutar de un pedaleo tranquilo, sin ruido ni humos molestos y con la mínima posibilidad de tener un accidente por colisión con vehículos a motor».
Todas las rutas se pueden encontrar en la web de Metrovalencia, con una descripción del itinerario, un kilometraje (teórico y aún no señalizado) y la identificación de fuentes, árboles monumentales, ermitas, santuarios, los monumentos de las poblaciones y hasta descripciones de las vistas panorámicas que se observan en cada punto del trayecto. Aunque los autores recomiendan que, para ir más sobre seguro, se pueden utilizar los mapas a escala 1:50.000 o 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional (los que regala ahora Levante-EMV son del Instituto Cartográfico Valenciano a escla 1:50.000). También ofrecen información sobre la dureza del itinerario, con planos de planta y perfiles, además de un cálculo del tiempo que se empleará en recorrerla.

De esta manera, aprovisionados con suficiente agua y algún alimento reconstituyente ya se puede iniciar la aventura de una jornada en bicicleta. Un último consejo. No hay que devorar los kilómetros, sólo saborearlos.

 
Informaciòn: levante-emv.com