Zaragoza ya es una ciudad moderna. En el mismo año de la Expo, aprovecha para poner en marcha Bizi Zaragoza, un nuevo servicio de bicicletas que algunos han criticado por ser un "maquillaje" de cara a la feria internacional. Muchos consideran que se trata tan sólo de dibujar un paseo por los principales lugares de la ciudad para los turistas, y que las infraestructuras no están preparadas para este tipo de transporte.
Sin embargo, en tan sólo 24 horas más de 600 personas se abonaron a la página web y ahora ya hay más de 2.000. De momento, sólo cuentan con 300 vehículos y 30 estaciones localizadas en las partes menos útiles para los zaragozanos y más oportunas para los visitantes: la estación Delicias, la de cercanías, que pronto será inaugurada, la plaza de España, la plaza Europa y las riberas del Ebro, para conectar directamente la ciudad con la Expo.
Y así, desde que el miércoles 28 de mayo comenzó a funcionar, Zaragoza se sube al carro de las ciudades europeas con cicling, con el objetivo de conseguir en 2010 tener instaladas un total de 1.000 bicis. Pero todo eso después de septiembre, cuando los innumerables compromisos del Ayuntamiento se acaben.
En esta primera fase se facilitan 10.000 abonos anuales con un coste promocional de 6 euros cada uno, así como 450 temporales (por tres días), a un precio de 5 euros.
La asociación Pedalea es uno de los principales detractores. Después de años exigiendo un carril bici que permita el acceso al centro de la ciudad consideran que este proyecto sólo sirve para disfrazar de sostenible una localidad y que sólo servirá para pasear los domingos.
Los ciudadanos también se inquietan. Temen que las anchas aceras de la capital aragonesa se llenen de jóvenes descuidados, y que el caos vial, incrementado por las incontables obras que preparan la ciudad para el evento más importante del año, se vea todavía más afectado por las bicis.
El Ayuntamiento ha respondido creando el Observatorio de la Bici, un conglomerado de asociaciones de todo tipo: ecologistas, agentes sociales, sindicatos, etc, que velará por la lucha de la movilidad sostenible. Si es preciso, se cambiará la ordenanza sobre esta materia. Así lo han asegurado, aunque de momento, las bicis rojas se pasean por Zaragoza, en medio de la primavera más lluviosa que ha salpicado a los zaragozanos desde 1935.
Fuente: soitu.es