Médico urbanólogo. Así se autodefine el experto colombiano en salud y movilidad Fabio Arévalo que se ha dejado caer por España para asistir al 'Congreso Internacional del Caminar' de Barcelona y para organizar la próxima jornada de 'Bicíntegra' en Madrid. Arévalo es asesor de movilidad y convivencia en la alcaldía colombiana de Popoyan y consultor del organismo internacional ECOPLAN. Hemos hablado con él sobre los beneficios que nos aporta caminar y movernos en bici.
Fabio Arévalo prueba el 'bicing' de Barcelona
— ¿Por qué es mejor caminar y movernos en bici?
— Pedalear y caminar son actividades que mejoran el metabolismo y evita los riesgos de padecer enfermedades crónicas como complicaciones de una diabetes, el riesgo de un infarto, la presión arterial y cardiovascular, dolencias crónicas de columna… Por otra parte, hacer ejercicio va a permitir controlar nuestro peso y evita la obesidad: si tienes cinco kilos de exceso y logramos adelgazar, nuestro cuerpo y, sobre todo nuestro corazón, va a tener que esforzarse. De esta forma ampliamos nuestra expectativa de vida útil. Al activar la circulación, el ejercicio también va a favorecer una mayor oxigenación a nivel celular y del sistema nervioso central, lo que va a mejorar nuestro estado de ánimo (muchos problemas depresivos o de ansiedad tienen que ver con el sistema nervioso). El ejercicio nos hace funcionalmente más activos y más aptos para desempeñar cualquier actividad, no sólo física, sino psíquica y espiritual.
— ¿Qué es más saludable: caminar o ir en bici?
— Este es un tema muy interesante. En mi opinión, el ejercicio ideal para el ser humano es caminar. Todos somos peatones desde que nacemos y caminar no requiere aparatos especiales, es lo más compatible con nosotros y además aporta beneficios fundamentales para la salud. Sin embargo, la actividad de ir en bici es aún más efectiva. Pedaleando se queman más calorías y se hacen mayores desplazamientos. Con todo, las urbes pedaleables y caminables, son ciudades más sanas.
— ¿Es aconsejable salir a correr en ciudades donde hay contaminación?
— Entre no hacer nada y hacer ejercicio, sin duda, hay que salir a moverse, aunque eso suponga que tengamos que respirar un aire contaminado. Caminar o hacer deporte es un estímulo fisiológico que va a fortalecer todo nuestro sistema cardiovascular, que es la base de la fisionomía de todo el organismo. Independientemente de la contaminación, la gente tiene que salir.
— ¿Qué diferencias encuentras entre Sudamérica y Europa a la hora de hablar de movilidad?
— A diferencia de lo que ocurre en Europa, un peatón que va a cruzar por un paso de cebra en alguna ciudad va a tener que soportar los pitidos de los vehículos para que se aparte. En Sudamérica las urbes están totalmente colapsadas por el tráfico de motor, se coge el coche para hacer desplazamientos de apenas cinco kilómetros, cuando se puede hacer en bicicleta o incluso si es uno o dos kilómetros, se puede hacer andando. Hay dos problemas muy serios: primero, la falta de cultura y educación ciudadana; y segundo es la falta de liderazgo de los políticos en iniciativas de sostenibilidad ambiental y convivencia ciudadana. Las dos ciudades que más están avanzando en movilidad son Bogotá (Colombia) y Buenos Aires (Argentina). En el primer caso, la instalación de ciclovías por toda la ciudad ha permitido que el 3% de todos los desplazamientos sean en bicicleta -la mayor tasa de toda Sudamérica-; y en el caso de la capital argentina, la imposición de un peaje a todos los vehículos que quieren acceder al centro de la ciudad ha hecho que se reduzca el tráfico rodado.
—¿La gente sale a caminar en Sudamérica?
— A las personas les gusta salir y encontrarse con más gente, esto está en el inconsciente de todo ser humano. Sin embargo, en Latinoamérica, la gente es más sedentaria por dos razones: primero la inseguridad de las calles; y segundo que las ciudades no son anatómicas, es decir, no están hechas para que la gente camine, sino que se planificaron pensando en las industrias y en los coches. Ahora es cuando se está buscando el concepto de una ciudad anatómica que se adapte al ser humano y que no ocurra a la inversa, y donde se mejore la seguridad a través de la iluminación de las calles, la presencia de policías y otras actividades. Lo que no hay que hacer es fomentar el uso del coche, como se hace en algunos países, porque eso aquí va en detrimento de la mayoría (el 80% de la población latinoamericana jamás se va a beneficiar del coche). Todos somos peatones, y como tal tenemos que tener prioridad en los espacios públicos, sobre todo los niños. El derecho de caminar es inamovible.
— ¿Qué recomienda a la gente que es más sedentaria?
—No todo el mundo puede ir al gimnasio, pero eso no es excusa para no hacer un poco de ejercicio caminando o montando en bici. Lo más recomendable es que la gente haga 30 minutos más de actividad física de lo que comúnmente hace. Por ejemplo, yo propondría: hacer diez minutos de labores del hogar que nos exijan un poco de actividad, hacer una caminata rítmica de otros diez minutos y por la tarde, dedicar otros diez minutos a subir y bajar las escaleras. Lo óptimo es sumar 30 minutos más al día, porque en este tiempo vamos a perder entre 150 – 200 kilocalorías. La mejor forma de animar a la gente a que lo haga, es mostrando sus ventajas. Si la gente sabe lo que está ganando, lo va a hacer, no hay otra vida y si no lo hacemos ahora, después no habrá tiempo de llorar porque será demasiado tarde.
Fuente: soitu.es