Sustituir el coche por la bicicleta o desplazarse a pie puede reducir hasta un 50 por ciento el riesgo de padecer enfermedades coronarias, diabetes y obesidad, así como en un 30 por ciento, el de hipertensión.
Son pequeños gestos que reportan grandes beneficios para nuestra salud y que un nutrido grupo de expertos ha puesto sobre la mesa en el marco del XIII Congreso del Sespas —Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria—, que concluye hoy en Sevilla.
Desde el pasado miércoles, 1300 especialistas debaten sobre distintas áreas temáticas bajo el lema «Tiempos para la salud pública». Una de ellas, el «Impacto del transporte en la salud y algunas propuestas para el cambio» ha concluido que el carril bici y la peatonalización «puede contribuir a mejorar notablemente la salud de los sevillanos».
Además de los datos porcentuales proporcionados por Rosana Peiró y Catherine Pérez, de SESPAS; Rosa Ramírez, de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad; y Anna Ferrer, del Observatorio Nacional de Seguridad Vial del Ministerio del Interior, éstas añadieron los efectos derivados propiamente de la reducción de tráfico a motor en las calles.
Mejor sin tráfico
Según los expertos, cada vez que aumenta un punto la contaminación atmosférica en una determinada zona, la mortalidad repunta significativamente. Además, si disminuye el tráfico de vehículos se reduce la mortalidad en general, las enfermedades cardiovasculares y los lesionados graves y leves.
Del mismo modo, a causa de la reducción de ruidos, la tensión arterial mejora notablemente a nivel general y aumenta la capacidad de concentración y la resolución de problemas por parte de los estudiantes. Según los expertos en Salud Pública, la reducción del tráfico genera también efectos psicosociales positivos, como el aumento de la autonomía de los niños, cuyas opciones de desplazarse a pie aumentan, descendiendo el nivel de sedentarismo y obesidad. Además, también baja el efecto barrera en ciertos barrios, condicionados por la masiva presencia de vehículos; e incluso el descenso del nivel de polución del agua y de la tierra.
Riesgo cardiovascular
Por otro lado, el congreso ha servido de escenario para la presentación de los nuevos resultados del estudio Dreca 2 —Dieta y Riesgo de Enfermedades Cardiovasculares en Andalucía—, que ha constatado una evolución positiva en la prevalencia de los principales factores de riesgo entre los andaluces. Pese a que se mantiene la frecuencia de diabetes mellitus, se ha registrado un descenso en la hipertensión arterial, el colesterol y el tabaquismo. Éste, no obstante, sube en el caso de las mujeres y presenta una alta incidencia entre los adolescentes.
El informe, promovido por la Consejería de Salud tiene por objetivo analizar la evolución temporal y la tendencia de los factores de riesgo cardiovascular en más de 2.700 andaluces de entre 5 y 59 años durante el periodo comprendido entre 1992 y 2004. El Dreca 2 ya ha analizado a más del 80 por ciento de la muestra, compuesta por 2.721 participantes, de los que el 53,4 por ciento son mujeres, y el 46,6 hombres, con una media de edad de 45 años en ambos sexos y un rango de edad de 21 a 75 años.
Fuente: abc.es