Interesante artículo sobre la problemática del uso de la bici en Valencia. Se promociona el uso de la bici y a la vez se sanciona.
La furia sancionadora, de tintes persecutorios, desatada por el gobierno de Rita Barberá, parece haber dado sus frutos, algunos de ellos no precisamente de su agrado (aunque quizás todavía no sean conscientes de ello…). Más de 800 ciclistas multados, con multas que han oscilado entre los 90 y los 500 euros, una abultada recaudación de centenares euros, debe haber llenado de satisfacción a los responsables municipales. Las arcas municipales padecen un agujero considerable, así que bienvenido sea este pizquito amasado a costa de los pobres ciclistas.
Sin embargo, más allá de ese objetivo cumplido con creces, se nos antoja difícil vislumbrar cuales hayan sido las reales y tangibles razones de esa campaña especial de multas. Más incomprensible en una ciudad como València, donde es vox populi que los vehículos motorizados son los que representan el verdadero problema. Por su peligrosidad manifiesta, con velocidades muy por encima de los 50km/h permitidos; por provocar un incremento considerable de pérdidas de vidas humanas y en número de personas lesionadas, por la costumbre de saltarse los semáforos y transgredir constantemente el código de circulación; por aparcar tranquila y descaradamente en doble, triple fila, en carriles bus y zonas peatonales; por los impactos sobre la calidad del aire, la economía familiar y la ocupación del espacio.
Pues, a pesar de eso, que está a la vista de todos, los únicos quebraderos de cabeza de la administración valenciana parecen provenir de parte de los ciclistas. Es verdad, porque negarlo, que van en aumento las quejas por la forma en que algunos ciclistas se desplazan, especialmente en las aceras (debido eso sí a la incompleta y desconectada red ciclista), provocando malestar y algún que otro choque con los peatones. Estas actitudes, bastante minoritarias, que los ciclistas rechazamos de plano, son consecuencia del incremento notable de personas que utilizan las bicis (también por la irrupción de Valenbisi). Estos nuevos ciclistas, con poca experiencia, por el miedo y la inseguridad a circular por la calzada, donde la probabilidad de ser atropellado por un coche es muy alta, eligen la acera a falta de una red de vías ciclistas en condiciones. Tristemente,en poco más de un año, han fallecido tres ciclistas atropellado por coches que circulaban de forma temeraria, mientras que los hospitales alertan del preocupante incremento de lesiones y traumatismos, especialmente medulares.
Aún así, en vez de promover campañas especiales, que al fin y al cabo, provocan rechazo y criminalizan a los ciclistas, el gobierno de Rita Barberá debe aclararse las ideas sobre el modelo de ciudad que quiere. Mostrando coherencia y predisposición para pacificar el tráfico y restringir el uso del coche, ofreciendo un transporte público de calidad y construyendo la ciudad a partir de los peatones y los ciclistas. No puede seguir ofreciendo una de cal y otra arena, mostrandose un día a favor de crear la Oficina de la Bici y de poner en marcha un Plan de Movilidad Sostenble, y al día siguiente ensañarse con los ciclistas de esa forma. Cunde la sensación de que se están poniendo parches, aplazando las reformas más necesarias, un gobierno municipal del PP que se hunde en la autocomplacencia generando más crispación de los deseable.
Porque, para más inri, Valencia vuelve a estar en boca de todos, pero una vez más a cuenta de un episodio bochornoso. Un efecto colateral, que imaginamos indeseado por el gobierno municipal, que sin embargo es lógica consecuencia de actitudes autoritarias propias de su forma de entender el ejercicio del poder. La respuesta ha sido fulgurante e inapelable: más de 1.000 ciclistas de todas las edades, niños y mayores incluidos, este pasado domingo han mostrado en una multitudinaria y festiva bicifestación, su disconformidad con la errática, cuanto inexistente, política de movilidad sostenible del ayuntamiento. Mostrando el deso ciudadano de vivir en una ciudad más eficiente, amable, verde y tranquila.
Giuseppe Grezzi es asesor del Grup Municipal de Compromís en el Ayto de València: ggrezzi@valencia.es
Fuente: linformatiu.com