Ciudadanos por el Patrimonio hace propuestas al Plan de Movilidad

Ene 5, 2013

Para Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio el Plan de Movilidad presentado por el Ayuntamiento de Salamanca no hace una apuesta clara por la “sostenibilidad” a la que sólo se llega si se utiliza más el servicio colectivo, los medios limpios -como la bici- y los desplazamientos se realizan a pie; por contra, se sigue contemplando la construcción de costosas infraestructuras que únicamente sirven para fomentar el uso del coche.

 

La Asociación consciente de que el servicio público colectivo de transporte tiene un amplio margen de mejora, ha realizado una serie de propuestas referentes a las líneas, las paradas, la gestión del servicio… que pretenden hacerlo más cómodo, universal, fiable y competitivo frente a otros medios de transporte. Esas propuestas están basadas en más y mejor información, carriles-bus y mayor flexibilidad para acomodarse a las necesidades de los usuarios.
 
El proyecto de Plan de Movilidad, entre otras muchas carencias, no aborda la intermodalidad de medios: la relación entre los mismos para que sea posible desplazarse por la ciudad utilizando varios medios de transporte en un sólo desplazamiento. Lo que reforzaría al autobús, a la bicicleta y al desplazamiento peatonal como alternativas frente al coche.
 
Es hora de que los responsables de la ciudad decidan invertir dinero y dedicar tiempo al servicio público de transporte colectivo y hacerlo con la intención de reducir el número de vehículos privados existente. El documento, que actualmente se encuentra en discusión en diferentes mesas sectoriales, debería servir para orientar al Ayuntamiento de Salamanca ante la próxima concesión que gestiona el autobús urbano. Pero no es así.

Reducción del billete

 
La opción más deseable es la gestión municipal, pública, que permitirá la introducción de mejoras en las condiciones del servicio e incluso reducir el precio del billete y la aportación municipal. En caso de mantener la gestión privada sería necesario establecer su coste según el número de viajeros transportados y no según los kilómetros recorridos: el dinero público debe incentivar el transporte de viajeros y no el consumo de combustible.
 
El precio actual del viaje debe reducirse, incluso debería ser un servicio casi gratuito para muchas familias, menores, jubilados, personas con alguna discapacidad o en situación de baja médica. Desde esta Asociación se propone ampliar las clases de billetes con el fin de llegar a más usuarios potenciales (como los turistas) y suscribiendo convenios con empresas para potenciar los viajes al puesto de trabajo. 
 
Si la intermodalidad es clave para la movilidad sostenible, también lo es la integración del transporte urbano y metropolitano. Un mayor número de puntos en común entre las diferentes líneas y mejores condiciones para la realización de trasbordos supondrían un valor añadido para el uso de esta forma de transporte.
 
El autobús metropolitano debe mejorarse, aunque no esté gestionado por el Ayuntamiento de Salamanca; comunicando, incluso, zonas de la ciudad con centros comerciales y laborales implantados en los municipios del alfoz.

Paseo de San Gregorio

 
La principal propuesta del Plan de Movilidad respecto al transporte metropolitano es la reubicación de la cabecera de líneas en el Paseo de San Gregorio: un lugar alejado, despoblado, limitado, desprotegido, sin atractivo para los salmantinos, patrimonialmente importante en el paisaje histórico y natural de la ciudad… a la vez que se mantienen las paradas de la Gran Vía, por lo que se incrementaría la presencia de autobuses, la circulación, los kilómetros recorridos, la contaminación…
 
Desde la Asociación “Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio” consideramos que los metropolitanos no tienen que tener cabecera conjunta fija (mucho menos en el Paseo de San Gregorio) y tampoco tienen que entrar en el centro de la ciudad; sus paradas deberían estar en la primera vía de ronda (donde tendrían varias paradas conjuntas -tres o cuatro- siendo la más alejada para cada línea la final), por donde además deben pasar todas las líneas urbanas. De esta forma el transporte metropolitano tendría mayor cobertura que la actual, su impacto medioambiental y sobre el tráfico se dispersaría y tendría una mayor integración con el transporte urbano (ya que la mayoría de las líneas urbanas deben pasar por algún tramo de la primera vía de ronda). Para posibilitar esta opción es necesario establecer el carril-bus, mejorar las paradas y la información que se ofrece a los usuarios.