De ahí se aficionó y hace unos años que decidió invertir en una eléctrica. “Es mucho más estable y más segura. Además, no te cansas tanto porque lleva un pequeño motor que puedes activar cuando quieras”, aclara.
Con más de 10.000 kilómetros ya recorridos, Pepe hace cálculos y asegura que se ha ahorrado entre 2.000 y 2.500 billetes de autobús en estos tres años, o lo que sería lo mismo, más de 2.000 euros. “Eso teniendo en cuenta solo el autobús, si lo comparamos con el gasto de un coche o de una moto, el ahorro es muchísimo mayor. Y aparte, la libertad que he ganado desde que la tengo, pues no dependo de nada”, cuenta.
En cuanto al precio de la bicicleta, Pepe explica que el coste de una eléctrica está entre los 1.000 y los 3.000 euros. “Eso sí, una vez que te la compras, el mantenimiento es cero. Solo tienes que limpiarla y recargarla de vez en cuando, como si fuera un teléfono móvil”, simplifica. La suya, en concreto, lleva unas 300 recargas y la batería permite realizar entre unas 1.000 y 2.000, según explica. “Con lo que me he ahorrado en este tiempo, ya está más que amortizada”, asegura.
La bici eléctrica se puede utilizar como una tradicional, pero tiene la ventaja del motor, que se puede utilizar cuando se desee, como por ejemplo, en una gran subida o, simplemente, cuando no apetece pedalear. Pepe va en bici a todas partes. “La uso para ir al trabajo, para hacer la compra y para desplazarme por cualquier motivo por la ciudad, pero también por ocio”, explica.
Con ella ha disfrutado de los encantos de Cabo de Gata, por ejemplo, donde le gusta realizar excursiones en bici. “Además, tienes la tranquilidad de que por mucho que te alejes, siempre sabes que puedes volver, por muy cansando que estés, porque puedes utilizar el motor”, explica. También pone como ejemplo la cuesta del Hospital Torrecárdenas. “He estado trabajando allí como administrativo durante un par de años y he subido la cuesta como si fuera un llano ayudándome del motor”, explica orgulloso de su adquisición.
“La bicicleta eléctrica es una realidad. Ya no es solo algo de cuatro ecologistas que salen por la televisión”, bromea. Y es que se trata de una alternativa saludable a los medios de transporte tradicionales, pues se practica deporte y no se contamina nada. Y por supuesto, rentable. Además, se trata de una actividad ideal para aquellas personas que tienen algún problema en las piernas, destaca Pepe. “A mí me sirvió de rehabilitación y por eso le tengo mucha fe y cariño”, recuerda.
Los vehículos eléctricos son una alternativa sostenible. En los establecimientos especializados se pueden encontrar una gran variedad de vehículos de este tipo, desde monopatines, carritos de golf, motos y hasta coches, con los que no se contamina nada.
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