En plena Semana Europea de la Movilidad, un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la calidad de los trazados del carril-bici saca a la luz la apuesta real que realizan las ciudades por el uso de la bicicleta como transporte urbano.
Y así, la nota de los once municipios analizados es dispar y muestra a las claras el retraso que, con respecto a otros países europeos, lleva España en el uso habitual de la bicicleta.
Sevilla es la ciudad que lidera el ranking en este informe donde se ha estudiado el tipo de red de carril-bici, su calidad y funcionalidad, con parámetros como la conexión entre tramos, la extensión del trazado, su señalización y la prioridad de la bicicleta frente al resto de los vehículos.
La capital andaluza, con un total de 140 kilómetros de carril bici declarados, se erige como “la ciudad más segura” de España para los ciclistas según la OCU. “Sus vías ciclistas son fácilmente identificables, cómodas y están bien conectadas entre sí”. Y es que la red ciclista de Sevilla obtiene “buenas o muy buenas valoraciones en todos los apartados analizados, especialmente en conectividad, comodidad y prioridad”. Estos aspectos, “sin duda han contribuido a que la capital andaluza sea declarada este año la cuarta mejor ciudad del mundo para ir en bici”, según cita el informe sobre la web de diseño de vías ciclistas www.copenhagenize.ue
El liderazgo de la ciudad hispalense se reafirma con los datos de un estudio de la Universidad de Sevilla que el propio informe de la OCU recoge para señalar cómo, en los últimos seis años, el uso de la bicicleta como medio de transporte mecanizado prioritario ha pasado de representar el 0,6% al casi el 10% de los desplazamientos urbanos en Sevilla.
Una asignatura pendiente en muchas ciudades
Sin embargo, el análisis pormenorizado realizado por esta organización de consumidores deja a la luz que “el desarrollo de vías ciclistas urbanas funcionales y seguras sigue siendo una asignatura pendiente en la mitad de las ciudades” que se han estudiado, que junto a Sevilla son Zaragoza, San Sebastián, Vitoria, Barcelona, Valencia, Córdoba, Málaga, Murcia, Las Palmas y Madrid.
Según datos del Barómetro de la Bicicleta, algo más de tres millones de españoles usan la bicicleta casi a diario para ir a trabajar, a su centro de estudios o a pasear. Pero, como pone de manifiesto este estudio, a diferencia de otros países europeos como Alemania, Holanda o Dinamarca que respondieron en los años 70 a la subida del precio de los carburantes diseñando amplias redes ciclistas perfectamente integradas en sus ciudades, “en España es un asunto que no se ha empezado a tratar hasta hace poco tiempo”.
Málaga y Córdoba, entre las peores
Y así, encontramos que las otras dos ciudades andaluzas analizadas en este informe, Málaga y Córdoba, se encuentran en el saco de los municipios donde los ciclistas se encuentran “abandonados”. Moverse en bici por estas dos ciudades “implica necesariamente luchar con los coches, los autobuses y las motos para hacerse un hueco por donde circular”, afirma el estudio.
Málaga, con 35 kilómetros de carril-bici y Córdoba, con otros 37 kilómetros, son ejemplos de que la apuesta de sus ayuntamientos por el desarrollo del carril bici no ha sido integral ni contado con los parámetros necesarios para que el ciclista pueda desplazarse con seguridad por la ciudad.
De ambas capitales andaluzas destaca que la mayoría del trazado urbano de las vías para ciclistas es discontinuo. “Sus tramos están aislados” y eso “deja al ciclista abandonado a su suerte en un espacio urbano normalmente hostil”. Junto a ello, Málaga y Córdoba obtienen malas o muy malas valoraciones en la comodidad del trazado, su uniformidad, la interpretación de su señalización, la extensión y la dirección de los recorridos.
En el polo opuesto del informe de la OCU, los ciudadanos de Zaragoza y San Sebastián sí “pueden disfrutar de unas vías ciclistas merecedoras de tal nombre y suficientemente seguras”. Junto a ellas, en Vitoria, Barcelona y Valencia el informe aprecia que “se están haciendo esfuerzos en el mismo sentido”. Y por el contrario, un caso muy significativo: Madrid, a pesar de contar con 278 kilómetros de vías para ciclistas, “reúne las peores condiciones en casi todos los aspectos analizados”.
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