En Groninga, la bici reina sobre sus calles sin que nadie se interponga en su camino. La ciudad ha sido diseñada para que ningún medio sea tan sencillo como este para desplazarte por ella.
Los responsables de Street Films pasaron unos días allí y crearon este documental de 15 minutos para detallar cómo se ha conseguido que más de la mitad de la población se mueva en bici a diario.
El cortometraje detalla algunas de las medidas que se han puesto en marcha durante los últimos 40 años empezando por un cambio de gobierno en 1972. Ese año entró a la alcaldía un grupo de idealistas izquierdistas que se propusieron cambiar radicalmente la planificación de la ciudad. Dividieron el centro en cuatro sectores e hicieron muy complicada la movilidad de los coches en esas zonas. Para la bici y el transporte público, en cambio, se creó todo tipo de facilidades para que circularan por allí.
Como era de esperar, los dueños de las tiendas se sintieron agraviados y protestaron. Estaban preocupados por el efecto que pudiera tener sobre sus ventas y vaticinaron cierres. Pero esa ruina económica nunca llegó y la bici hoy en día sigue creciendo fruto del consenso y el buen hacer de los gestores de la ciudad.
Para el ciudadano medio, la bici no es solo cómoda. También supone la manera más rápida para desplazarse en el centro. Las calles están diseñadas para que un trayecto de 2 minutos en bici tarde 12 minutos en coche. En rutas más largas, en las que tardas 10 minutos en bici, el coche puede llegar a tardar 30 minutos debido al diseño de las calles, que obliga a los vehículos motorizados a tener que rodear la ciudad para llegar a su destino. Todo esto va acompañado de un sistema de autobuses que circula con fluidez al no encontrarse con tráfico.
Para facilitar la conexión con otros medios de transporte, la estación de trenes cuenta con capacidad para aparcar 10.000 bicis que, según el vídeo, “suelen estar a reventar los fines de semana”.
Hasta IKEA, unos grandes almacenes frecuentemente asociados con el coche, tienen un amplio aparcamiento de bicis para trabajadores y sus clientes. La multinacional sueca pone a disposición de sus compradores bicis con remolque para poder transportar sus compras a casa. Los negocios que se establecen y operan en la ciudad son obligados además a presentar un plan a las autoridades locales sobre las medidas que van a tomar cada año para promover el uso de la bici y el transporte público de sus empleados.
Cuando aterrizaron en Groningen, los directores del film dicen que pensaron que estaban viviendo un sueño que “pronto desapareció” cuando se dieron cuenta del grado de detalle que se necesita para planificar una ciudad así. “Al principio me sentí como si estuviera en un juego de Candyland para bici pero después de circular por ella me di cuenta de que no hay nada soñador en lo que vi. Con voluntad política y planificación, lo que se ha logrado aquí se podría hacer en cualquier ciudad”.
(Mensaje velado a la DGT: ¿Se ve algún casco en el vídeo?)
Visto en: Atlantic Cities
Bonus Track
Un viaje en bici de Assen a Groningen, también de Street Films.