La bici recupera poco a poco su espacio en la calle

Abr 7, 2014

La bici es el medio de transporte más barato y saludable, con el permiso de caminar. En Salamanca hasta el anterior alcalde, que despreciaba ese vehículo, cambió al final…

Parece que la consideración de la bicicleta como vehículo de transporte va en serio. Desde luego hay resistencias, pero poco a poco la sociedad siente la necesidad de introducir sensatez en las calles. No sé si la crisis nos recuerda los gastos reales del transporte, en especial la tendencia al alza del precio del petróleo (de sorprendente y extraña evolución en España). O a lo mejor aparece el miedo a las consecuencias derivadas de los problemas ambientales que se ciernen sobre el planeta.

La bici es el medio de transporte más barato y saludable, con el permiso de caminar. En Salamanca hasta el anterior alcalde, que despreciaba ese vehículo, cambió al final. Hoy podemos enseñar, y utilizar, unas infraestructuras que indican que, con más o menos fortuna, la bici encuentra espacio. Lo último ha sido aumentar el aparcamiento, con el modelo demandado por los colectivos ciclistas desde hace años. Y es positivo que se cuente con la opinión y el trabajo de esos colectivos desde el Ayuntamiento, aunque se les debería escuchar más.

A pesar del avance, conviene ser crítico con el trazado y características de los carriles bicis de la ciudad. No soy muy favorable a ellos, la bici es un vehículo y debe circular por la calzada. En especial si se reduce la velocidad máxima en las calles a 30 km/h., como plantean las futuras normas de tráfico. Así el sueño de ciudades más amables, más seguras, más saludables y, más humanas estará más cerca.

En la ciudad hay desde carriles correctos, a lamentables y peligrosos diseños. En general se evita el conflicto con el espacio del coche, pero no con el del peatón. Quizás el paradigma sea Federico Anaya desde la Avenida de los Cedros hasta los Cipreses, donde no se encontró más espacio en los 44 metros de ancho de la calle que en la acera más usada. En el Puente de la Universidad se eliminó una acera para el carril-bici. O el problemático encuentro entre el peatón y la bici en el cruce del Paseo del Ferrocarril con la Avenida de la Alamedilla. Sin olvidar el tortuoso recorrido ciclista en la margen izquierda paralelo al rio, sin continuidad hasta Santa Marta, cuando utilizar las sobredimensionadas calzadas del Paseo del Progreso o la Vía Helmántica sería más adecuado. Y por supuesto, los carriles bici no entran en el corazón de la ciudad.

Junto a ello hay detalles de diseño que muestran desinterés, como en los cruces, cortando de forma peligrosa el espacio del peatón, o los bordillos y rebajes de acera que no se han retocado pensando en los ciclistas. Lo último fue el carril bici en la Avenida de Gonzalo Torrente Ballester, sin separar de los coches, aunque esto parece (me dicen) que está en vías de mejorarse.

Pero avanzamos, y hay que felicitarse por ello. Recordemos el trabajo de “Amigos de la Bici”, club cicloexcursionista de larga trayectoria, y en especial al combativo “Comité de Bici Urbana Guardabarros”. Ahora que comienza la temporada de la patrulla de la Policía Local en bici, prefiero olvidarme de lo que se dijo sobre la utopía de esa vieja propuesta de Ecologistas en Acción en Salamanca.

Autor: José Fermín Rozas
Fuente: salamancartv.com