Pedro Bravo, autor del libro “Biciosos” desmonte seis argumentos que suelen ir asociados a uso urbano de la bicicleta.
Hay muchas y diversas razones por las que introducir la bicicleta en tu vida cotidiana: salud, medioambiente, moda, dinero o felicidad. Si aún dudas o si necesitas un argumentario para convencer a propios y extraños, un decálogo para saber por qué necesitas una bicicleta esta primavera.
1. Libertad
Cuándo cuestionas a usuarios cotidianos de la bicicleta sobre sus razones para utilizarla en sus desplazamientos urbanos siempre aparece el concepto libertad. La independencia que te da para ir a cualquier lugar cuando quieras, la posibilidad de elegir una ruta u otra o poder parar en cualquier momento. Todo sin ser vulnerable a horarios de transporte público, atascos o problemas de aparcamiento. “Es un vehículo muy libre que, al montarlo, genera una sensación muy agradable”, dice el periodista Pedro Bravo, que acaba de publicar el libro Biciosos (Editorial Debate).
2. Rapidez
Hay gente que dice que la bicicleta no es tan rápida como un coche. Esto es evidente; dos piernas no pueden igualar a un motor. Pero la cuestión en las ciudades no es tanto de velocidad como de eficiencia. Y aquí gana la bicicleta.
“Somos más lentos en líneas generales, pero llegamos antes”, dice Juan Merallo, ciclista, militante y bloguero. La velocidad media de un trayecto en coche en ciudad, de 18 kilómetros por hora. En Madrid, 13 kilómetros hora. Una bicicleta va, de media, a unos 15 kilómetros por hora. Hagan cuentas.
3. Te pone buenorr@
Cuestas arriba, pendientes abajo, llanos, paradas, arranques… Con la bicicleta haces ejercicio, sobre todo piernas, culo y algo de brazos. Si lo complementas con algún deporte o actividad, te haces la operación verano sin casi notarlo. “Algo no va bien en una sociedad que va al gimnasio en coche para montar en una bici estática”, decía Bill Nye. Algunos estudios científicos van más allá y aseguran que la vida sedentaria mata. Uno de ellos demuestra que una persona que fuma y que va regularmente en bici no solo tiene mejor tipo que un no fumador que no hace ningún tipo de actividad deportiva sino que está más saludable.
4. Felicidad
Uno de los efectos que tiene la actividad física es la generación de endorfinas, péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Producen un efecto semejante al consumo de opiáceos: efecto analgésico y sensación de bienestar; vamos, un chute para el cerebro. De ahí que los ciclistas urbanos lleguen al trabajo como colocados, algo excitados y muy contentos. Las endorfinas también se generan durante el enamoramiento o el orgasmo. Pero la bici no solo aporta buen rollo químico: los usuarios que han llegado a su puesto de trabajo en bicicleta poseen una actividad cerebral más intensa, según un estudio irlandés.
5. Dinero
El primer trimestre del 2014 he realizado una inversión en transporte de 35,5 euros. Un par de metrobuses y sendas cámaras tras unos pinchazos. Usando los datos del primer trimestre del año, preveo que este año me gastaré 142 euros en transporte. Cuatro veces menos que una persona que compre un abono mensual en una ciudad como Madrid (54,6 euros al mes) para acudir a su trabajo, que invertiría 600 euros al año. Si se posee un coche, la cifra asciende: el gasto medio por hogar en transporte en España en 2012 se situó en los 3.321 euros, según el INE.
(Continuará…)
Fuente: eldiario.es