Muchos de ellos son muy sencillos de llevar a cabo y a la larga pueden marcar la diferencia a la hora de conservar la bici.
Las bicis no están hechas para bailar
Comprueba periódicamente posibles holguras
- Levanta la bici y mueve las ruedas en sentido lateral para ver si bailan, si lo hacen es que algo va mal
- Agarra una biela con la mano y repite la operación.
- Pon la bici entre tus piernas, apriétala con ellas y mueve el manillar hacia los lados.
En algunos casos solo hará falta apretar (y así evitar mayor deterioro) en otros quizá haya que reparar o substituir piezas.
Las ruedas se hinchan entre las 10 y las 2
Si quieres evitar partir la vávula al hinchar una rueda con el hinchador de mano intenta que esta mire hacia el suelo, podrás sujetarla mejor, evitar que se mueva y por tanto minimizar el riesgo de partir.
Si la válvula fuese la aguja de un reloj la posición ideal sería entre las 10 y las 2 ¿O qué habías entendido?
Tu bici te habla
Escúchala, conócela, no la ignores.
Cuando pasamos mucho tiempo con una bici llegamos a acostumbrar el oído a los sonidos que esta emite:
- El ruido del cassette al dejar de pedalear
- La cadena al bajar piñón
- El desviador delantero al subir plato
- Los frenos al rozar con la pista o el disco
- La maneta al cambiar
Saber cual es el tono de cada uno de estos sonidos nos ayudará a diferenciar cuando algo va mal y es necesario comprobar algún componente.
Los radios son como un arpa
Al igual que en el anterior punto acostúmbrate al sonido que hacen tus radios al darles con el dedo.
Si uno suena distinto del resto probablemente esté suelto y necesites apretarlo.
Lee la marca del buje de tu rueda delantera
Si al ir montado en la bici no lees de izquierda a derecha el texto que hay en el buje de la rueda delantera es que la has montado del revés.
Fuente: bicilink.com