En bicicleta se descubre otra provincia: la de los castros, las leyendas, las casas solariegas, los dólmenes y menhires…
Artículo de opinión EL BESTIARIO de Santiago Juanes, publicado en el periódico local La Gaceta de Salamanca.
El Día de la Provincia supone una tregua en la contienda política diaria. No digo que en los corrillos que se forman más allá del acto no aparezcan las navajas, pero lo hacen de una forma discreta, por debajo del canapé y el vino…
El acto impidió que el alcalde de Salamanca celebrara sobre dos ruedas el Día de la Bici, al que envió a Jorge Recio y Emilio Arroita, Deportes y Medio Ambiente —era lo suyo— que iniciaron el paseo tras los policías locales con atuendo ciclista que iban abriendo camino.
Cuesta creer que en el día a día no se vean tantas bicis como ayer, pero se entiende a la vista del comportamiento de algunos conductores que ayer quedaron a buen recaudo. Habrá que hacer rutas especiales para peatones igual que las hay para los ciclistas, me dijo Javito Pablowsky, de Guardabarros.
Hay familias enteras que el domingo se hacen el carril bici y amigos que descubren otra provincia en bicicleta, la provincia de los castros, las leyendas, las casas solariegas, los dólmenes y menhires de César Morán, panaderías de culto y ocultas, parajes desconocidos, alquerías, ruinas seculares, árboles milenarios… Muchos, ayer, invadieron la calle que suele ser de los coches en la víspera del día sin coches, o como dice un conocido ciclista “casi” sin coches.
También ha llovido lo suyo desde aquel día de 1900 en el que José Luis Gordillo metió en la ciudad el primer coche, al que siguió el de Carlos Luna.
Una ciudad preparada para carros, carretas, carretillas ¡y bicis! Pero no para coches.
Ya ve cómo han cambiado los tiempos: hoy, la ciudad, apenas está preparada para las bicicletas pero sí para los automóviles, aunque poco a poco se les vaya recortando terreno por la vía de la peatonalización.
Fuente: lagacetadesalamanca.es