La capital duplicará los kilómetros de carril bici que tiene en la actualidad como firme apuesta por una movilidad sostenible.
La sacamos más brillo en verano, pero la bicicleta no solo es para el verano como decía la obra escrita por Fernando Fernán Gómez. Por las particularidades que tiene una ciudad como Salamanca, su uso se puede extender a todo el año como fórmula para avanzar hacia una movilidad moderna y sostenible. A nadie se le escapa a estas alturas que la bicicleta es la apuesta del hombre en el siglo XXI por una movilidad sostenible. Una apuesta que se traduce en la mayoría de las ciudades europeas, donde sorprende el nivel de adaptación de vías y equipamientos urbanos para poder transitar con dos ruedas. Aunque en otros países europeos está mucho más extendida que en España, la cultura de la bicicleta ha ganado muchos adeptos en los últimos años y son cada vez más los que reclaman más espacio y kilómetros para trasladarse sobre dos ruedas.
El Plan de Movilidad establece como uno de sus ejes fomentar la utilización de la bicicleta como medio de transporte, por lo que está previsto que los carriles bici se ampliarán hasta alcanzar una longitud superior a los 48 kilómetros, el doble de los que la capital tiene en la actualidad, 23. El objetivo es conectar todos los ramales del extrarradio, pero también establecer conexiones con el centro de la ciudad durante los próximos años, al igual que con las localidades del alfoz. Ahora la capital conecta con Santa Marta, Villamayor y Aldeatejada.
Los dos últimos tramos de carril bici, abiertos el pasado verano, que unen el barrio de Garrido con el polígono industrial Los Villares a través de las avenidas de San Agustín y Gonzalo Torrente Ballester suponen más de 2,4 kilómetros. Tramos que se unen a otros ya existentes y que cada vez están mucho más presentes en el día a día de los salmantinos. Nos referimos al tramo que discurre por la Avenida de San Agustín, y que conecta con el de la Avenida de Salamanca, en la Glorieta del Tratado de Tordesillas; o al de la Avenida Gonzalo Torrente Ballester que enlaza con el actual del Parque de los Gozos y las Sombras, próximo al Multiusos Sánchez Paraíso. Tramos en los que se lucen 160 separadores de caucho y 56 balizas para diferenciar los carriles ciclistas de la calzada. Además, hay que añadir la ampliación de la red de carril bici al barrio de Tejares con un tramo de 1,2 kilómetros entre Paseo Lunes de Aguas hasta la calle Botijeros.
Algunos ejemplos de un proyecto que se pretende ampliar en un futuro a corto plazo según reza el Plan de Movilidad municipal y que pondrá a Salamanca a la cabezaentre las ciudades españolas, y algo más cerca de otras europeas como Copenhague donde la bicicleta es sagrada, además de medio de transporte principal desde 1880. Su ingente patrimonio bien merece un guiño como el que se ha ido haciendo en los últimos años. En Salamanca no solo se viene celebrando la Semana de la Bici con distintas actividades que van desde exposiciones hasta conferencias, proyecciones o iniciativas tan originales como ‘bicitapeo’, sino que ha ido en aumento las rutas propuestas por distintos colectivos como Guardabarros o Salenbici en el popular barrio del Oeste.
Fuente: elnortedecastilla.es