Llegan las noches de calor, y con ellas un nuevo microBicirrelato…. (de la Mujer del Tiempo)
De pronto, apareció en la ciudad, como si nada hubiera existido antes.
Irresistible, con aquella barbita castaña y aquellas gafas último modelo, paseaba en las noches de calor solo, perdidamente solo, montado en su flamante tándem color naranja-volcán. Las muchachas del barrio, agolpadas en las aceras para verlo pasar, suspiraban por él y sufrían tremendos desmayos. Soñaban con la dicha de ser la elegida y ocupar el asiento trasero de aquel flamante tándem color naranja-volcán.
El chico de barbita castaña y gafas último modelo pedaleaba en silencio, calle arriba, calle abajo así como sin querer enterarse de nada, ajeno a todo aquello. Hasta que una noche, al pasar delante de la chica de vestido azul, de pronto, paró. Así, sin más. La vio, y paró. “Chica de vestido azul” dijo entonces “¿Te apetece montar en mi flamante tándem color naranja-volcán?” “Depende” dijo ella distraída, “¿Depende?” preguntó él sorprendido ¿De qué? “¿Puedo ser yo la que conduzca tu flamante tándem color naranja-volcán?”
Y así, desaparecieron de la ciudad, como si nada hubiera existido antes.
